Las empleadas del hogar por muchos años era el único colectivo privado en España que no contaba con subsidio por desempleo, al ser parte del Sistema Especial para Empleados del Hogar. Fueron décadas de muchas protestas, reclamos, reuniones y actos simbólicos de ayudas, donde organizaciones y reivindicaciones era una quimera.
Este Real Decreto viene a sostener la economía sumergida y el abordaje de la igualdad de género, que tanto es mentada en las reuniones parlamentarias. Es el salto que se necesitaba dar para que las empleadas del hogar vieran cumplido el Convenio 189 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), firmado en el año 2011.
Dicho documento fungió como el arma usada por estas mujeres que buscaban la reivindicación de su trabajo. Por ello, el gobierno se vio obligado a firmar este Decreto y darle notoriedad laboral, debido a que al ser excluidas de la protección desempleo era discriminatorio.
Las empleadas del hogar se habían convertido en el único colectivo laboral español en estar carente de protección, y sufrían de despidos arbitrarios, condiciones de salud deplorable, poca valoración a sus servicios, y no tener algún tipo de indemnización al declararse insolvente.
La mayoría de las empleadas del hogar son mayores de 55 años y en un porcentaje elevado extranjeras, por ello la tardanza de esta ley. Esto se debía a que no era considerada como prioridad en comparación a los sectores de industria primaria.
Esta nueva ley estaría beneficiando a más de 370 mil personas afiliadas y que son trabajadoras del hogar. Además, de que se estará realizando un reglamento con el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social para evaluar otras condiciones que tienen que solventarse.