Fuenlabrada amaneció con un chico muerto en las calles de un disparo en la cabeza. Las botellas de alcohol desparramadas en las proximidades de la discoteca Caña Brava, conocida por sus sesiones de reguetón, en la madrugada del lunes amaneció con un asesinato a sangre fría y premeditado, perpetrado por dos individuos que se dieron a la fuga y además hubo tres heridos de armas de fuego y machetes. La Policía confirmó que ha sido una reyerta entre bandas latinas.
Para los vecinos dejan un escenario de inseguridad incalculable, el asesinato de un chaval en las calles de Fuenlabrada y en España es bastante difícil de ver. Los vecinos llevan bastante tiempo pidiendo el cierre de esa discoteca por el bullicio, el jaleo de los chavales en la puerta y que la música la tienen bastante alta.
La discoteca lleva poco tiempo llamándose Caña Brava, antes se llamaba Yaré, frecuentado principalmente por personas latinoamericanas. Los vecinos llevan ya tiempo escuchando gritos, peleas, navajazos a jóvenes.
Hace cuatro mataron a otro joven de 39 años de varios disparos y las brocas al parecer no han cesado. Aseguran que la droga no para de aparecer en esas calles, de hecho, al chico que mataron en 2017, apareció con seiscientos kilogramos de cocaína.
La zona claramente no es segura, y menos por la noche, como declaran algunos. Además, que andar por la noche por las calles cercanas a la zona caliente da bastante inseguridad, aseguran. Añadido a la suciedad y olores que dejan las personas que salen de la sala es bastante desagradable.
